viernes, 26 de febrero de 2016

Cambios

En tres meses, mi vida ha cambiado radicalmente. Me pasaron un millón de cosas: buenas y malas. Más malas que buenas.
Más malas.
No sé si ahora estoy feliz, triste o simplemente me estoy dejando llevar.
De lo único que estoy seguro es que he aprendido muchas cosas. No soy el mismo muchacho de pelo desordenado que se sentaba en su cama a escribir poemas.
Mi vida ahora se resume a un cubículo de periódicos pasados, fotografías en blanco y negro y restos de comida.
He cambiado. Y no me gusta. Los cambios siempre me han asustado, siempre me han dado escalofríos.
Pero la vida me ha metido una patada certera, y he caído en este camino. Ya no hay vuelta atrás.
Sin embargo, pese a todo, hay algo bueno: he vuelto a leer, y a escribir.
Me he visto al espejo largo rato, horas. Y he sentido algo que no sentía hace mucho: amor por mí mismo.
Por mis ojos oscuros, mis labios sencillos y mis cejas pobladas.
Tengo sensaciones nuevas, extrañas.
La vida es otra. O quizás siempre fue así.

No hay comentarios:

Publicar un comentario