lunes, 16 de enero de 2012

Ya han pasado

Hoy es el cumpleaños de mi mamá, y no estoy a su lado.
A su lado.
No estoy porque ahora vivo lejos de ella.
Lejos de ella.
 Ya han pasado esos días en los que yo iba a su cama de madrugada y le entregaba una tarjeta de colores que decía: “Te amo mami, feliz cumple, eres la mejor”.
La mejor.
Ya han pasado esos días en los que ella me abrazaba y me decía: “Gracias hijito, yo también te amo”.
Te amo.
Y me cobijaba con ella, y dormíamos abrazados hasta que llegaban mis hermanas a abrazarla.
 Abrazarla.
Ya han pasado los días en que ella me abrazaba fuerte, tan fuerte que me cortaba la respiración, y lloraba en mis brazos.
Lloraba.
Han pasado ya esos días en que preparábamos juntos la comida. “¿Qué quieres comer?”. “Lo que sea mami, todo te sale rico”. Ella sonreía.
Sonreía. “Ya pues, dime”. Yo le decía. “Ya, esos comeremos entonces”.
Ya han pasado esos días en que ella cantaba mientras lavaba la ropa.
Cantaba.
Y yo, tan cruelmente, le decía: “Silencio, estoy leyendo”. Ella callaba.
 Callaba.
Ya han pasado esos días en que se sentaba a rezar en la sala. Rezaba.  “Ven, reza conmigo”. “No mami, no tengo ganas”, tan cruelmente.
Han pasado ya esos días en que me preguntaba si había cogido mi lonchera antes de ir al colegio. “Mamá, no molestes, claro que ya la cogí”, tan cruelmente.
Quiero ser niño otra vez, quiero darte un abrazo eterno que nos lleve al paraíso. Quiero decirte otra vez: “Te quiero mami, nosotros estamos bien, nosotros sí nos queremos”.
Quiero llorar en tus brazos, y que tu llores en los míos. Quiero ser tu hijito otra vez, quiero ser tu Danielito.
Quiero escuchar tu voz diciéndome: “Dani, no molestes a tu hermano”. “Dani, estudia”. “Dani, reza”. Quiero verte sentada, quiero verte parada, quiero verte trabajando, comiendo, tomando, bailando, rezando…

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