sábado, 2 de julio de 2011

COPA AMÉRICA

Por: Daniel Guerrero

UNO
La inauguración fue modesta, hay que decirlo. La canción de Diego Torres cuyo nombre no recuerdo no es muy buena y cuando intenté cantar la parte de “Creo, creo, creo”, me sentí más estúpido de lo normal. Además, algunos que me escucharon se rieron de mí. Tengo que decir que la inauguración de la Copa América 2004 que fue organizada en Perú fue mejor. Lo que definitivamente no fue mejor ha sido el tremendo estadio que han construido en La Plata. Dios, qué joya, cuando lo vi por la tele pensé que me había  equivocado de canal y había sintonizado un partido de Europa. Tiene techo, un gramado movible, tribunas gigantescas y con capacidad para      53.000 personas. Ojalá que nuestro estadio Nacional no quede chico.
DOS
El empate de Argentina con Bolivia tiene dos culpables: Sergio Batista, el técnico albiceleste, y Marcelo Martins, el delantero del equipo del altiplano. El primero por querer sorprender a todos incluyendo en su oncena titular a Lavezzi en vez del Kun Agüero, y el segundo por haberse fallado ese mano a mano solititito frente a Romero. Ya me imagino cómo le habrán mentado la madre a Martins en Bolivia. Seguro Evo Morales, que estuvo en el estadio, le va a meter un buen café caliente, o mejor dicho, un buen mate de coca por el orto. A mi parecer, Argentina debió jugar con un simple 3-5-2, con Romero; Burdisso, Milito, Garay; Mascherano, Cambiasso, Zanetti, Di María, Tévez; Messi y Agüero. Cambiasso y Mascherano en la contención, Zanetti y Di María abiertos por la derecha y por la izquierda, de enganche Tévez, y arriba Messi y el Kun. Ayer Argentina no parecía Argentina, parecía River Plate (y ya se sabe cómo terminaron los ‘millonarios’), no tenía ideas, no había un juego colectivo, nada, parecía que estaban esperando que Messi se convierta en Maradona, se lleve a todos (incluyendo al gran Raldés, que por su forma de defender parecía paraguayo), y convierta en arco boliviano. Cosa que, obviamente, no pasó. Si Argentina no mejora ante Colombia ni ante Costa Rica, Uruguay y Chile le van a meter un baile de antaño. Sin mencionar a Brasil, que es el gran candidato aun sin haber jugado.
TRES
Hoy pasé por el mercado y escuche a dos ‘cumpas’ hablando de la selección de fútbol peruana. “Uf, mejor juegan esas chicas del mundial de mujeres”, dijo uno. “Si yo fuera el entrenador, les metería ají en culo si se dejan ganar”. La primera frase es patentable, la segunda no tanto, aunque es muy certera. Perú no llega reducido a la Copa, llega superarchimega reducido, aunque, ¿no siempre lo ha estado? Con Guerrero y Ruidíaz arriba lo máximo que podemos esperar  es un empate o una derrota corta (uno a cero, o dos a uno). Yo pondría una línea de cuatro defensas con tres volantes de marca como prioridad. También pondría tres mil soles en apuestas a Uruguay, pero no tengo tal dinero. Ahora, esto es fútbol, sí, cualquier cosa puede pasar, nunca hay que perder las esperanzas, y si mete un gol Perú lo voy a gritar con toda el alma. A menos que sea un gol de consuelo cuando ya vayamos perdiendo por goleada. 

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